viernes, 5 de enero de 2018

NOCHE DE REYES.





 Dicen que en realidad
Melchor monta un caballo,
Gaspar un camello vago
y Baltasar una cebra, ¡qué raro!

Pero aún lo es más saber
que había un cuarto Rey Mago,
cuyo nombre se ha olvidado
o mejor dicho ha cambiado.

Tras adorar al niño,
bajo de su elefante,
dejo a un lado el turbante,

atrás el desierto ondulante
los oasis, las palmeras,
sus costumbres viajeras.

Y se mudó a un lugar
cubierto de nieve,
repleto de duendes,
de renos valientes,
de trineos que vuelan
Ho, ho, hos, chimeneas.

Desde entonces,
los niños buenos duermen
y reciben regalos, ¡qué suerte!
cada veinticinco de diciembre
y el seis de enero del año siguiente.

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