viernes, 1 de septiembre de 2017

EL TECHO DEL MUNDO.



 

Hasta la cima más alta
una niña se subió.
Quería tocar la luna
y la luna se dejó.

-Aunque a veces no me veas
-la luna le confesó-
por muy de noche que sea,
en el cielo siempre estoy.

Unas veces estoy llena,
otras en cuarto creciente,
otras soy menguante o nueva,
pero siempre vendré a verte.

2 comentarios: