martes, 30 de diciembre de 2014

A LUPITA LE GUSTABA PLANCHAR. Laura Esquivel.



La escritora mexicana Laura Esquivel, autora del clásico contemporáneo Como agua para chocolate, haciendo gala de un lenguaje lleno de oralidad y leyenda, de humor negro y de espiritualidad, recrea la historia de una mujer excepcional, un personaje opuesto a la concepción arquetípica de heroína que se grabará a fuego en la memoria de los lectores. Una superviviente en una sociedad marcada por siglos de injusticia en la que impera el poder, las apariencias, el dinero. Donde parece no haber salida.


SINOPSIS: A través de estas páginas, la autora de Como agua para chocolate recrea la historia de una antiheroína fuera de serie que permanecerá en la memoria de los lectores. Lupita es una policía poco agraciada físicamente, con problemas de alcoholismo, que ha padecido la violencia y sobrevive en un medio donde reinan las apariencias, el dinero y el poder, una sociedad marcada por siglos de injusticia, desamparo e impotencia, en la que no parece haber salidas verdaderas. En su búsqueda del amor, Lupita llega al lugar equivocado en el momento equivocado y termina involucrada en el asesinato de un delegado político. Su historia da un giro radical, pues su propia vida está en riesgo y debe desentrañar el misterioso crimen, al que rodean oscuros intereses políticos, redes de corrupción y venta de drogas. Con su característico lenguaje accesible y atrapante, un refrescante humor negro y una profunda mirada espiritual, Laura Esquivel traza una fascinante parábola moral de este mundo en crisis, que ha perdido el rumbo, donde casi todos somos un poco Lupita y buscamos algo que nos salve del desamor.
Una historia se nos la va contando a cuentagotas y sin darse cuenta la protagonista de la novela va revelando al asesino y junto con ello va mostrando la realidad mexicana; conformada por la desintegración familiar, la drogadicción y la falta de oportunidades; pero también, la lucha por sobrevivir, la búsqueda de la felicidad y la liberación de los problemas que aquejan a cada quien.


Con respecto a,  A Lupita le gustaba planchar, con una escritura atrayente, fresca y explosiva; Laura Esquivel crea una obra literaria que todos deberíamos leer. Llena de duras verdades desde el primer capítulo, te das cuenta, que es una historia fuerte que te habla con sinceridad y enlaza con soltura los defectos, las oportunidades, las traiciones y las necesidades de cambio de vida.
Por otra parte, la novela está sustentada en la ironía cuyo mérito reside en encajar, a pincel fino, un México muy cerca a nuestro tiempo; donde la mentira, la violencia, el dolor y la incomprensión se juntan con la esperanza, la bondad y las ganas de vivir.

De donde resulta que, Lupita es una protagonista como pocas: diferente, ruda, compleja, algo tonta pero muy capaz y valiente. Un personaje que te demuestra lo que es pasar por las adicciones y cómo se sufre con ellas; pero también, con voluntad y abriendo los ojos a la realidad, puedes encauzar tu camino. Además, dueña de un vigor construido a base de ausencias y engaños, un entorno aparentemente amable y protector, que para lo único que le sirve es para abocarse a una inseguridad e insatisfacción.

Laura Esquivel logra una novela que deja marca en el lector, la influencia de emociones que contiene cada una de las páginas te hace no soltarlo. Es vivir la realidad  de un testimonio a través de una historia en cualquier país. Es un reflejo de una sección de la población que quizás vive esto a diario. Te atrapa y te sorprende.
 

 

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