domingo, 30 de marzo de 2014

A MI MADRE.


 
Amo el nombre gentil, amo la honesta
aura del rostro que del pecho arranca;
amo la mano delicada y blanca
que mi lloro a secar aude presta;
Los brazos donde yo doblo la testa,
que a mi trabajo sirven de palanca;
amo la frente pura, abierta, franca
donde toda virtud se manifiesta.
Pero amo mucho más la voz sencilla
que el ánimo conforta entristecido
convencido y causando maravillosa;
La voz que cariñosa hasta mi oído
llega al alba a decirme dulce y bajo:
hijo mío, es la hora del trabajo.

sábado, 29 de marzo de 2014

A UN GRACIOSO JOVENCITO.



 ¿Como llamarte a ti, divinidad o mortal?
 Tú que eres bendecido con ese hermoso semblante
 divino, y es divino el amor hecho constante,
 que, por anidar en mí, dispone el alma.

 Amor cierto es, espíritu de amor, y tal,
 que me convierto en amoroso amante,
 y el corazón, que semejaba al rígido diamante,
 languidecer me siento en cada pulso.

 Actúa en mí, que puedo ser, flecha o saeta:
 enlázame en cada nudo: y si me desafía,
 tornarme puedo, en la audaz espada de Marte.

 Yo cuestiono tu guerra, o tu otra paz:
 reinaré sobre ella; pero la querida
 tu Psiche en la lejanía me sonríe.

viernes, 28 de marzo de 2014

ROSES.




Dues cadires. Una corda al terra
recuperant-se de tensions efímeres.
T’he trobat i t’he negat sota l’ombra
d’una rosa, observant-te a dintre, i ets
com si fores, i no. I et dic que vas
marcir-te entre fulls. Jo, ignorant
què són capaços de sentir els dits
si et pogueren acaronar l’alè,
quan surt de tu, amb cada mirada.

Desconec el gemec dels teus llavis,
perquè avorten el bes. No, la distància
no pot ser més llarga. Cal mirar amb
atenció l’ànima, al més profund
de la nit entreoberta: un piano.
Una cadira.
L’intent, assegut,
provant de tocar una nova peça.

Tanque les parpelles i cau la pena.

Llibre poemes: "Espentar l’abisme".

martes, 25 de marzo de 2014

EL CLUB DEL TÉ. Vanessa Greene.



Siempre digo que leer es como escuchar música. Dependiendo del ánimo que tengas en ese momento del día, te apetece escuchar un tipo de música diferente. 
Pues bien, con los libros pasa exactamente igual.
A pesar de que es el primer libro de la autora Vanessa Greene, al menos en España y  no tenía ninguna referencia sobre ella, pero hay veces que el instinto te llama y ha sido un acierto, porque fue empezarlo y no querer soltarlo.


SINOPSIS: El Club del Té nos mete de lleno en la vida de tres mujeres que viven en una pequeña ciudad de Sussex en Inglaterra. La manera en que se conocen Jenny de veintisiete años, Maggie de treinta y seis y Allison de cuarenta y dos, es de lo más fortuita. El encuentro se produce en un pequeño puesto del mercadillo de antigüedades de su pequeña ciudad, las tres se enamoran al mismo tiempo de un antiguo juego de té, como solución deciden compartirlo pues cada una de las tres lo quiere para un motivo concreto. De ese arreglo saldrá una bonita amistad que se irá fraguando a lo largo del verano donde conoceremos a las tres mujeres que protagonizan esta novela. A diferencia de muchos libros de este tipo, la trama no trata de que los personajes se encuentren a sí mismos, sino que nos van narrando las vidas de tres mujeres muy diferentes que entablan una amistad y entrecruzan sus vidas.
Las tres son mujeres con sus problemas e inseguridades, que no son perfectas, tienen arranques de mal humor que muchas veces pagan con el más que quieren, dudas sobre su vida o la gente que las rodea, son mujeres normales de diferentes edades y distintas vidas y ambientes que se conocen y se caen bien, empiezan a quedar y van forjando una bonita amistad donde terminan por apoyarse entre las tres en un verano fantástico que recordarán siempre. Tres vidas y una historia que trata de la amistad, el amor y la lealtad.
 

En la novela se apuesta por el realismo, que a veces puede resultar tan duro como la ficción. En ella se tocan numerosos temas, aunque no estén tratados con mucha profundidad, los comprendemos perfectamente. Todos ellos tienen su origen en las relaciones familiares, de amistad y de pareja.  Rupturas sentimentales, amores inolvidables, problemas con los hijos, relaciones que se enfrían, una economía decadente o la incapacidad para comunicarse en ciertos momentos. Exuda nostalgia y curiosidad y una capacidad de resignación desbordante.

Narrada con esmero, con delicadeza y a través de un estilo envolvente una historia que se torna deliciosa entre las manos. No puede presumir de un ritmo trepidante ni que contenga muchísima acción pero nos invita a realizar una lectura pausada, disfrutando de cada momento protagonizado por estas mujeres. Además la amplia presencia de diálogos le imprime cierta agilidad en la lectura.
Unos personajes que nos invitan a tomar el té con ellas, un ritual muy inglés pero os aseguro que muy relajante. Esta novela hay que leerla como si hicierais un té: el agua tarda poco en hervir y al conjugar todos sus ingredientes se consigue una maravillosa taza de té. Una novela que atrapa al lector, que mantiene una dinámica muy fluida aunque el final es un poco precipitado.

El club del Té me parece una novela amable que te hace sentirte bien, que invita a una lectura tranquila, relajada, hogareña.  Un homenaje a la amistad y el amor.

LOS CAMINOS DE VIENTO.



Ojalá podamos tener el coraje de estar solos
y la valentía de arriesgarnos a estar juntos,
porque de nada sirve un diente
fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, ...
cada vez que recibimos ordenes
que humillan nuestra conciencia
o violan nuestro sentido común.

domingo, 23 de marzo de 2014

SOLEDADES.




Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste...

entre tus ojos y mis ojos.

sábado, 22 de marzo de 2014

ESPERO CURARME DE TÍ.



 Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

 ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

 Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», « ¿sabes manejar? », «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

 Autor: Jaime Sabines.
 Del libro: "Algunos poemas de Yuria", 1967.