viernes, 31 de agosto de 2012

DULCES SUEÑOS.


Es dura la almohada porque está llena de ilusiones.




Hay estrellas que se caen de la cama.

Ilustración: Lin Wang.


lunes, 27 de agosto de 2012

ES TIEMPO DE FELICIDAD.



Ilustración EsmeRios.

Hay muchas cosas buenas que salen gratis. Pasear por la mañana temprano, cuando el sol es tierno, tímido como la brisa que coquetea con las hojas de los árboles. Caminar de madrugada por calles tan llenas de gente como en los mediodías del invierno, para asombrarse de la euforia silenciosa de las parejas que se besan en los bancos, o apoyadas en los pilares de las plazas porticadas. Los que viven cerca del mar lo tienen fácil, pero también es una fiesta meter en una tartera la comida prevista para consumir en casa, despacharla sobre una manta, en la hierba de algún parque, y tumbarse después a la sombra. Asistir a los conciertos de las bandas que suelen tocar en quioscos de parques y plazas mayores los domingos por la mañana. Y frecuentar las bibliotecas públicas.

Ilustración Alejandra Iriarte.
Hay muchas cosas buenas que salen muy baratas. Una botella de vino para beberla despacio, en casa, al atardecer y entre amigos. Un buen libro de bolsillo, que proporciona una emoción que dura más que el vino y cuesta casi lo mismo. Un cine de verano, el lugar ideal para hacer manitas. Una ración de ensaladilla rusa y dos cañas, en la terraza de un bar cualquiera, antes o después del cine de verano.
 Enamorarse es un milagro todavía más barato, tan caro que, sin embargo, no se puede fabricar.
El verano es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo y no piensen en el invierno que nos espera.

miércoles, 22 de agosto de 2012

CIUDADES.

Hacer el retrato de una ciudad es el trabajo de una vida y ninguna foto es suficiente, porque la ciudad está cambiando siempre. Todo lo que hay en la ciudad es parte de su historia: su cuerpo físico de ladrillo, piedra, acero, vidrio, madera, como su sangre vital de hombres y mujeres que viven y respiran. Las calles, los paisajes, la tragedia, la comedia, la pobreza, la riqueza. ¡La forma de una ciudad cambia más rápidamente que el corazón de un mortal!, dejó escrito Charles Baudelaire en el poema «Le Cygne».

"Las ciudades son el abismo de la especie humana."  Jean Jacques Rousseau.

Una fuente de luz y arquitectura en la tradición de estos dibujos y acuarelas.












 
 
Ilustraciones: Grzegorz Wrobel.

sábado, 18 de agosto de 2012

RESURRECCIONES







Hay sangre coagulada en los espejos.
El vaho de la ventana se declara culpable
ahora, nunca, siempre amor y muerte:
Te quiero porque sí, porque te quiero,
sin saber, sin pensar y sin motivo.
Mentiras
como puños
han abatido el cántico.








LA VIEJA LOCA.



Con disimulo arrojo bolitas de pan, sé que está prohibido, lo hago para alimentar a los gorriones de cuerpecillos esponjosos y pecho picudo.
Brincan los pequeños pájaros a mis pies, cada vez más audaces, cada vez más cerca y de cuando en cuando ladean la cabeza y me miran con ojos redondos y muy brillantes, valorando mis intenciones. ¿Vas a hacerme daño? ¿Esto de verdad es comida o es una trampa? ¿Piensas utilizar tu fuerza contra mi fragilidad y menudencia?
¡Qué tarde tan hermosa! Una tarde de sol típica de brisa fresca. Nubes blancas y mullidas como vellones de lana corren ligeras por el cielo azul brillante. Recortado sobre un fondo veloz, el campanario, de piedra, el que se está moviendo sobre el cielo azul, ancho y quieto.
Unos niños juegan a arrojarle a un perro un palo, y este, sin cansarse de una diversión repetitiva, los entretiene. Una mujer cruza la plaza, los jóvenes susurran amores. Sé quiénes son, reconozco en ellos mi propia vida. Algo le sucede a mis ojos: al igual que antes me parecía ver el campanario golpear a través del cielo; ahora me parece que sobre la plaza ha caído una extraña inmovilidad, como si mi mirada hubiese salido del tiempo. En ese momento de extraña calma, un instante de vida plena y detenida.
Todo pasa muy deprisa, pero yo sólo puedo recordarlo muy despacio, como si mi memoria, el tiempo, se hubiera detenido de pronto para avanzar detalle a detalle, atropellándose a sí mismo en una interminable sucesión de imágenes bruscas, secas, dolorosas, tan quemadas que se confunden con una vieja colección de fotografías abandonadas a la intemperie.

Ilustración: Dario Miganjos.

La mujer cruzaba la plaza en cuyo centro se alzaba la columna rematada por una enorme estatua, un ángel con alas desplegadas que parecía a punto de volar.
La mujer solitaria cada mañana ponía en él sus ojos admirados, temiendo que en las ráfagas del otoño desapareciese y no lo viese más; y aunque sabía que para el ángel ella era tan sólo un punto negro en la inmensidad de la plaza, le rogaba que la acompañara en el largo trayecto cotidiano.
Y fue tal su vehemencia que el ángel descendió de la columna y fue hacia ella con pasos vacilantes. Ante aquella figura gigantesca con las alas abiertas, la mujer sintió nacer la esperanza de ser correspondida, pero al acercarse al ángel, vio que tenía los ojos vacíos.
Aún así, ella preguntó: “¿Vienes conmigo?” Pero el ángel titubeaba, no respondió y poco después volvió a su lugar, en lo alto de la columna.
Se quebró el fugaz proyecto de amor: ella sintió que terminaba su vida y estuvo a punto de hundirse en la más infinita locura al comprender que no había sido mirada, que el ángel nunca vio su gesto enamorado.
Pero pensó en el deber del trabajo y el camino que le esperaba recorrer todos los días y se resigno a seguir adelante.
Ya nunca más buscaría el amor, ni el ángel bajaría al suelo.



Así que, los solitarios, cruzan la plaza pero nunca hacia él levantan su mirada; saben que el ángel está ahí, es ciego, un ángel solitario como ellos.
En esta tarde mustia y desabrida de un otoño sin frutos, estéril y raída. A solas con su sombra y su locura va la vieja loca hablando a gritos.
La vieja loca vocifera a solas con su sombra y su quimera. Es horrible y grotesca su figura, flaca, sucia, desarrapada, y unos ojos de calentura iluminan su rostro demacrado.
Huye de la plaza… y la atrae a la vez. Pobres espejismos de emoción, de miserias de un corazón enamorado. Esquelética avanza con su sueño, la carne triste y el espíritu del villano; la amargura de su alma errante desgajada y rota purga su pecado de enamorarse de quien no debió.

martes, 7 de agosto de 2012

COMPOSICIÓN DE DIBUJOS Y FOTOGRAFÍAS.



Fabuloso. Una perfecta conjunción entre fotografía y dibujo. Un excelente trabajo en imágenes y video con este apuesto y atractivo modelo. Arte con mayúsculas con estos dos genios que han sabido unir sus capacidades artísticas en estos magníficos trabajos. Felicidades a ambos por ello.

FOTOGRAFÍA: DIRK ALEXANDER.
DIBUJOS: ACHRAF AMIRI.










domingo, 5 de agosto de 2012

AGOSTO.

Llega por fin el mes de Agosto y las vacaciones hacen acto de presencia para muchas personas. Me alegro mucho por ellas, porque el mes será más relajado, desconectar, recargar energías; aunque en ocasiones, sobre todo si se han programado viajes, el cansancio no deja de estar presente. Pero, ¡bendito cansancio!, como diríamos muchos. Y a los que ya han regresado del placer de no hacer nada o a los que no se puedan ir, a ambos, les pido un poco  paciencia y conformidad, aquí les dejo  está poesía. Para poder sobrellevar mejor en la ciudad los rigores de este verano y esta calor.


Ilustración: Silvina Socolovsky.


AGOSTO.


En agosto
mi ciudad es una uva
que madura
y se hace mosto.

Del asfalto sale humo
y la calle se hace zumo
de cemento
y hormigón.

Las farolas se derriten
y no encuentran escondite
para escapar
del calor.

Y en lo más alto del cielo,
el Sol es un caramelo
pegajoso
de limón.
El sol es un caramelo…
¡Cómetelo, nubarrón!



Libro: Ciudad Laberinto.

Texto: Pedro Mañas.